El maestro alza su batuta cual si fuese una barita mágica, pondrá en movimiento a miles de corazones que latirán al unísono al escuchar hermosas melodías que saldrán de trompetas, bajos, clarinetes, trombones, contrabajos y se unirán en mágica ceremonia al resonar de bombos, tambores y timbales.
Miles de músicos unidos por una causa, le demuestran al mundo la grandeza del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que ahora se convirtió en la identidad de lo que una empresa cervecera lo calificó como el Carnaval Boliviano.
Ese concierto de ensueño solo se lo vive una vez al año en esta tierra bendita, la Alta Tierra de los Urus, cuyo propósito es también mostrar la fe y devoción de los músicos al motivo central del Carnaval de Oruro, como es la Virgen del Socavón a quien le dedican una plegaria que traspone los umbrales de los cuatro puntos cardinales.
La entonación del Himno Nacional enarbola en el corazón, hasta del más indolente, el sentimiento patrio y el orgullo de sentirse boliviano. No más grande el Himno a Oruro cuyas melodías hacen retumbar el escenario de la Avenida Cívica "Sanjinés Vincenti".
Canción tras canción, melodía tras melodía se convierte en un atentado a los sentimientos más duros del hombre que por unos instantes aflora en piel esa sensación extraña de alegría, las lágrimas son un complemento que sin el alcohol presente, fluyen como agua de manantial.
El acervo nacional se apodera de propios y extraños. Son episodios de una saga que terminará pronto con dos elementos que identifican a los orureños y bolivianos, "Viva, viva mi San José" y "Viva mi Patria Bolivia". Las banderas ondearán, el mundo se paralizará y las imágenes se archivarán mediante las retinas hasta lo más recóndito del cerebro para no olvidarlas nunca y recordarlas cuando el mortal así lo pida.
Así es el concierto de los músicos orureños que hacen gala de su poderío ancestral, hipnotizando con sus melodías al gringo y al gitano, al citadino y al de tierra adentro, por devoción a nuestra Virgen del Socavón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario