Si bien la entrada del Carnaval de Oruro, tiene su mayor atractivo en las danzas, donde niños, jóvenes y personas mayores muestran sus mejores aptitudes, en 18 diferentes especialidades, otro atractivo dentro de este movimiento folklórico, es la presencia de las bandas de bronce, quienes con su cadencia ponen el ritmo a la Obra Maestra.
Pero un aspecto que siempre fue criticado por los defensores de nuestro patrimonio, era la utilización de canciones en ritmo de cumbia y otros, adaptados a la danza del caporal y otras especialidades del Carnaval, por ello este año, más que otros, se trabajó para que únicamente se toquen composiciones bolivianas, algo que se cumplió en la mayoría de los casos.
Si bien en algunos momentos, las bandas, mayormente las denominadas "jóvenes", empezaban a querer interpretar canciones de composición foránea, los mismos danzarines pedían que la cambiaran, para demostrar que en Oruro y Bolivia se respeta a nuestros artistas.
De esta manera, miles de danzarines hicieron su promesa de bailar por tres años consecutivos por fe y devoción a Nuestra Señora del Socavón, pero fueron los músicos que hicieron un espectáculo inolvidable para muchos, llegando al Santuario de Nuestra Señora Socavón y pidiendo a la Patrona de los mineros una serie de favores.
Entre lo destacable estuvo la recopilación de varias melodías que ya se perdían en el tiempo, esto por una determinación de la Federación Departamental de Bandas de Músicos Profesionales de Oruro (Fedbampo), de no interpretar temas adaptados de otros géneros musicales, como el tropical, respetando así la originalidad de la cultura boliviana.
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